Departamento de Prehistoria y Arqueología. Universidad de Granada

Libros

Minería y metalurgia romana en el sur de la Península Ibérica. Sierra Morena oriental

Por Luis Arboledas MArtínez. .
Editorial: Hadrian Books Limited, Oxford. Colección: BAR International Series, 2121.ISBN: 978 1 4073 0662 9.


El área minera de esta investigación se localiza en la provincia de Jaén (Andalucía), y más concretamente, en la mitad norte y nordeste de la misma, dentro de lo que se denomina como distrito minero de Linares-La Carolina, en las estribaciones más orientales de Sierra Morena. Ésta se corresponde geológicamente con el borde sur del macizo hespérico, un dominio litológico en donde prevalecen los materiales de carácter metamórfico procedentes de la orogénesis herciniana o varisca (pizarras y cuarcitas), a los que se unen con posterioridad grandes afloramientos de granito (batolitos). Estos terrenos antiguos contienen numerosas fracturas mineralizadas agrupadas en redes filonianas muy densas en las que abundan los minerales de cobre (carbonatos, óxidos y sulfuros) y las galenas argentíferas.

La explotación de estos yacimientos filonianos se inició durante la Prehistoria Reciente, con la extracción del cobre, como evidencian los restos de minas y poblados adscritos a las Edades del Cobre y Bronce hallados en la cuenca del río Rumblar (Contreras et al., 2005). Ésta continuaría durante época ibérica y, posteriormente, bajo el dominio púnico como señalan algunos autores greco-latinos (Arboledas, 2007; Arboledas, en prensa). Si bien, será con la llegada de los romanos, a finales del siglo III a.C. en el marco de la Segunda Guerra Púnica, cuando se intensifique la explotación de las minas de este distrito, alcanzando su máximo desarrollo entre finales del s. II a.C. e inicios del s. II d.C. A partir de este momento (inicios del s. II d. C.) se iniciaría un declive paulatino de la actividad minera que se prolonga durante el s. III d.C. como consecuencia del aumento del protagonismo de otros focos mineros mucho más rentables, fundamentalmente, la Faja Pirítica Ibérica en el Suroeste y las minas auríferas del Noroeste peninsular (Arboledas, 2007; Arboledas et al., 2006).

El análisis tanto de los vestigios minero-metalúrgicos documentados durante las diferentes campañas de prospección realizadas en zonas concretas de este distrito minero (Contreras et al., 2005; Arboledas y Contreras, 2009) como de las fuentes literarias, los epígrafes y las monedas nos ha permitido extraer una serie de valoraciones generales acerca de cómo pudo ser el entramado administrativo, fiscal, político y social que se articuló en torno a esta actividad productiva como era la minería, todo ello, dentro del proceso de romanización de la Península Ibérica (Arboledas, 2007).

La mayoría de los filones de esta región fueron explotados por los romanos a través de explotaciones "a cielo abierto" (rafas y trincheras) continuando, en algunos casos como en El Centenillo o Los Escoriales, los trabajos en profundidad con la excavación de pozos y galerías. A lo largo de todo el distrito de Linares-La Carolina, a pesar del importante desarrollo de la minería industrial, se han podido documentar numerosos ejemplos de minería extractiva como rafas, pozos y galerías en las minas de El Centenillo (Baños de la Encina), Arrayanes (Linares) y Las Torrecillas (La Carolina), etc. (Contreras et al., 2005; Arboledas y Contreras, en prensa). Básicamente, con estas labores, los romanos explotaron, además de los minerales de cobre, los sulfuros de plomo (galena argentífera) que serían tratados en las fundiciones situadas en las cercanías de las mismas, formando el binomio mina-fundición (p.ej. la mina de Arrayanes con las fundiciones del Cerro de las Mancebas, Paño Pico y Los Tercios en Linares) (Arboledas, 2007).

La implantación romana en la zona de estudio llegó con la puesta en marcha de la explotación económica centrada en la actividad minero-metalúrgica, eje en torno al cual se articularía el poblamiento de esta comarca (poblados mineros, fundiciones, poblados fortificados y fortines) y se crearía toda una red viaria regional que actuaría como el principal elemento romanizador y nexo de unión entre estas zonas y las principales ciudades situadas en el valle (Cástulo e Isturgi).

Durante el periodo de máximo desarrollo de la explotación de estas minas parece que el poblamiento se estructuraría en torno a los poblados mineros-metalúrgicos fortificados como el de Palazuelos (Vilches), Los Castellones (La Carolina) o Salas de Galiarda (Baños de la Encina), los cuales estarían vinculados, directamente, al laboreo de las mismas, así como al control de las propias explotaciones y de los caminos que comunicaban las diferentes explotaciones del distrito (Cástulo-Sisapo y Cástulo-Turres) con los principales centros urbanos, no descartando, para ello, la presencia en éstos de algún elemento militar. En conexión con estas grandes fortificaciones, se constata, en la cuenca del Rumblar y del Jándula, la presencia de pequeños fortines, como el de la Playa del Tamujoso (Baños de la Encina) (Arboledas, en prensa).

Durante la fase republicana las minas del Alto Guadalquivir pasaron a formar parte del ager publicus quedando dentro de la Provincia Ulterior. Éstas fueron explotadas por aparceros, pequeñas sociedades formadas por dos o más particulares (la sociedad compuesta por T. Iuventi y M. Lucreti) y por importantes sociedades (la Societas Castulonensis), como demuestran las inscripciones de los lingotes y de los objetos de plomo analizados. Esta forma de gestionar la explotación de las minas nos hace suponer que no debieron existir grupos muy nutridos de trabajadores dependientes de las diversas compañías y arrendatarios, en los que los esclavos pudieron convivir con mano de obra asalariada (mercenari), los cuales recibirían un sueldo a cambio de su trabajo. Por otro lado, la población indígena debió jugar un papel importante en la explotación de estos yacimientos mineros, bien como beneficiarias, en el menor de los casos y, sobre todo, como mano de obra en sus diferentes condiciones, esclava o libre asalariada (Arboledas, 2008; 2009).

Con el inicio del Imperio, las minas de este distrito pasaron a formar parte de la provincia Tarraconense, siendo, por lo tanto, controladas directamente por el Emperador, a través de la figura del procurator metallorum. Uno de ellos bien pudo ser M. Ulpius Hermeros. Éste, a su vez, arrendaría las minas, en subasta pública, a adjudicatarios particulares (coloni u occupatores) que se encargarían de su explotación con sus propios trabajadores (asalariados –mercenari-), esclavos o condenados a trabajar en la mina (damnati ad metalla) dentro de las condiciones técnicas y fiscales impuestas por el fiscus y controladas por el procurator y su officina.. Posiblemente, las inscripciones de Paternus, el orgenomesco y Fraternus, el cluniense, que, tradicionalmente, se han interpretado como evidencia de la llegada a esta región de mano de obra asalariada, sea, más bien, reflejo de la presencia de estos coloni (Arboledas, 2008; 2009). Por otro lado, a pesar del creciente control ejercido por el Estado sobre los territorios mineros durante el s. I d.C., en este distrito se constata la pervivencia de la Societas Castulonensis, como demuestran los precintos de plomo con las siglas S.C. hallados en los niveles claudianos de la fundición de Fuente Espí (La Carolina), así como la existencia de algunas minas en manos particulares (Domergue, 1971).

En cuanto al hábitat, a partir de finales del s. I d.C., se observa una transformación del patrón de asentamiento respecto al periodo anterior, con la aparición de numerosos asentamientos rurales ex novo y villae y la desaparición de los poblados mineros fortificados que coincide con la decadencia de la actividad minera y el nacimiento de una nueva economía, basada en la agricultura (Arboledas, 2007: 756-760).

Finalmente, durante el Bajo Imperio, las minas de esta región continuarían explotándose, aunque no todas, ni con la misma intensidad y rendimiento que en el periodo republicano y altoimperial. Probablemente, la explotación se reduciría a las labores de pequeñas dimensiones y fáciles de explotar (que no necesitaran grandes infraestructuras), las cuales, el fisco dejaría en manos de comunidades locales o de particulares, en condiciones fiscales distintas a las de época altoimperial (Mangas y Orejas, 1999: 275). Por el contrario, se observa una proliferación de villae, documentándose en alguna de ellas evidencias de actividad metalúrgica (Cerrillo del Cuco) que se vincula a una explotación doméstica (Gutiérrez et al., 2002).

INDICE DE CONTENIDOS


INDICE GENERAL……………………………………..I

INDICE DE FIGURAS………………………………..IV

INDICE DE LÁMINAS………………………………VII

ABSTRACT…………………………………………...IX

I. INTRODUCCIÓN: OBJETIVOS, METODOLOGÍA Y
ESTADO DE LA CUESTIÓN………………………..1

I.1. INTRODUCCIÓN………………………………1

I.2. EL MARCO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO DE
LA ZONA DE ESTUDIO…………………………...2

I.3. OBJETIVOS…………………………………….3

I.4. METODOLOGÍA DEL TRABAJO…………….4

I.4.1. Análisis de la documentación
bibliográfica……………………………………4

I.4.2. Estudio de las fuentes literarias,
epigráficas y numismáticas…………………….4

I.4.3. El trabajo de campo: las prospecciones
arqueometalúrgicas…………………………….4

I.4.4. Recuperación y tratamiento de los
materiales arqueológicos procedentes de las
prospecciones realizadas.....................................6

I.5. ESTADO DE LA CUESTION………………...10

I.5.1. Las primeras referencias en época
moderna: el redescubrimiento de los escritores
clásicos………………………………………..10

I.5.2. Geólogos e ingenieros de minas: el inicio
de la investigación……………………………11

I.5.3. El último tercio del s. XX: inicio de las
investigaciones científicas sobre la minería
iberorromana………………………………….12

I.5.4. La implicación de la arqueología………14

II. EL TERRITORIO MINERO. INTRODUCCIÓN A
LA GEOLOGÍA Y METALOGENIA DE SIERRA
MORENA ORIENTAL……………………………17

II.1. LA BASE GEOLÓGICA DE LA REGION….17

II.1.1. Introducción a la geología de la provincia
de Jaén………………………………………...17

II.1.2. Geología regional: síntesis lito-
estratigráfica…………………………………..18

a) Zócalo paleozoico metalífero…………...19

b) Recubrimiento Postherciano Estéril……20

c) Rocas plutónicas intrusivas……………..20

II.1.3. Síntesis tectónica-estructural…………..21

a) Disposición del zócalo paleozoico
metalífero……………………………….21

b) Disposición del recubrimiento
postherciniano estéril…………………...22

II.2. METALOGENIA DE LOS DISTRITOS
MINEROS DE ANDÚJAR Y LINARES-LA
CAROLINA………………………………………..22

II.2.1. El distrito minero de Linares-La Carolina
y Andújar……………………………………..23

II.2.2. Los sistemas filonianos mineralizados...24

II.2.3. Las mineralizaciones filonianas……….26

a) Composición elemental y mineralógica...27

b) Contextura y secuencia metalogenética de
los filones……………………………….28

II.2.4. Los principales campos filonianos…….29

a) El subdistrito de Linares……………......29

b) El subdistrito de La Carolina-Santa
ElenA………………………………………...31

c) El distrito de Baños de la Encina-
Andújar………………………………….33

II.2.5. Los minerales explotados en época
romana………………………………………..34

a) Minerales de plomo-plata………………34

b) Minerales de cobre……………………...35

c) Minerales de hierro……………………..36

d) El oro……………………………………36

e) Otros minerales…………………………36

III. FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA MINERÍA
ROMANA DE SIERRA MORENA ORIENTAL…37

III.1. LAS FUENTES LITERARIAS ANTIGUAS
REFERENTES A LOS METALES DE SIERRA
MORENA.................................................................37

III.1.1. El Mons Argentarius………………….38

III.1.2. Pozo de Baebelo………………….......39

III.1.3. El cobre de Sierra Morena…………....40

III.1.4. El oro del sur de Hispania…………....40

III.1.5. El cinabrio y el mercurio……………..40

III.2. LA EPIGRAFIA MINERA ROMANA……...41

III.3. LAS REPRESENTACIONES FIGURADAS:
EL RELIEVE DE PALAZUELOS………………...47

III.4. LAS MONEDAS MINERAS……………......49

III.4.1. Monedas específicamente mineras…..49

III.4.2. Las monedas con tipología minera…...50

III.4.3. Las monedas contramarcadas…….......51

III.4.4. Plomos mineros……………………....52

III.5. CATÁLOGO DE YACIMIENTOS MINERO-
METALÚRGICOS ROMANOS…………………..53

IV. LA MINERÍA EXTRACTIVA ROMANA EN
SIERRA MORENA ORIENTAL……………….....77

IV.1. TÉCNICAS DE EXPLOTACIÓN DE LAS
MINAS ROMANAS…………………………….....77

IV.1.1. La prospección……………………......78

IV.1.2. Los sistemas de laboreo………………79

a) Explotaciones a "cielo abierto"………....80

b) Los trabajos subterráneos: pozos y
galerías.....................................................81

IV.1.3. Consolidación y fortificación de los
pozos y las galerías……………………….......83

IV.1.4. El arranque del mineral y ferramenta...85

IV.1.5. Acceso a las minas y extracción del
mineral..............................................................85

IV.1.6. La iluminación…………......................86

IV.1.7. La ventilación………………………...87

IV.2. LOS SISTEMAS DE DESAGÜE DE LAS
MINAS ROMANAS……………………………….87

IV.2.1. Métodos simples: desagüe manual con
auxilio de recipientes……………………........89

IV.2.2. Los socavones de desagüe……………89

IV.2.3. Las máquinas elevadoras…………......91

V. EL TRATAMIENTO DE LOS MINERALES: LA
METALURGIA ROMANA………………………..95

V.1. EL EMPLAZAMIENTO DE LAS
FUNDICIONES ROMANAS DE SIERRA
MORENA.................................................................95

V.2. EL PROCESO DE CONCENTRACIÓN DEL
MINERAL………………………………………….99

V.2.1. La molienda…………………………...99

V.2.1. Concentración y enriquecimiento del
mineral por lavado…………………………..100

V.3. LA FUNDICIÓN DEL MINERAL………….103

V.3.1. Las fases metalúrgicas……………….103

V.3.2. La carga de los hornos y el
combustible………………………………….103

V.3.3. Las evidencias arqueológicas del proceso
metalúrgico……………………………………......104

a) Hornos…………………………………105

b) Crisoles………………………………...106

c) Escorias………………………………..107

d) Litargirio………………………………108

V.3.4. Los moldes y lingotes………………..108

VI. ORGANIZACIÓN ESPACIAL DEL TERRITORIO
MINERO: ANÁLISIS DE LOS RESTOS
ARQUEOMINEROS DE SIERRA MORENA
ORIENTAL…….....................................................111

VI.1. POBLAMIENTO MINERO EN ÉPOCA
ROMANA...............................................................111

VI.1.1. El patrón de asentamiento hasta la
llegada de los romanos……………………....111

VI.1.2. La etapa republicana…………….......112

VI.1.3. La etapa altoimperial……………......118

VI.1.4. El Bajo Imperio..................................120

VI.1.5. Antigüedad Tardía-Época Alto
Medieval.........................................................122

VI.2. LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN:
ELEMENTO VERTEBRADOR DEL TERRITORIO
MINERO Y CÁSTULO…………………………..123

VI.2.1. El camino de Cástulo a Sisapo……...124

VI.2.2. El camino desde el Puente de Andújar a
Sisapo………………………………………..127

VI.2.3. La vía de Cástulo a Turres…………..127

VI.2.4. Cástulo, centro comercial del metal y
¿ciudad o centro minero?................................129

VII. PROPIEDAD, ADMINISTRACIÓN Y
GESTION DE LAS MINAS DE SIERRA MORENA
ORIENTAL……………………………………….133

VII.1. LA ETAPA REPUBLICANA: LOS
ARRENDATARIOS, LAS SOCIETATES Y LOS
PUBLICANOS……………………………………133

VII.2. LA ETAPA IMPERIAL, UN CONTROL MÁS
ESTRICTO DEL ESTADO: EL PROCURATOR
METALLORUM…………………………….........139

VII.3. EL BAJO IMPERIO…………………….....143

VIII. LA MANO DE OBRA EN LAS MINAS
ROMANAS DE SIERRA MORENA
ORIENTAL.............................................................145

VIII.1. LOS MINEROS Y LAS
MINAS……………………………………………145

VIII.1.1. Etapa republicana………………….145

VIII.1.2. Etapa imperial……………………..147

VIII.2. LAS CONDICIONES DE VIDA Y
LABORALES DE LOS MINEROS……………...148

VIII.3. INDUMENTARIA Y ACCESORIOS DE
LOS MINEROS………………………………......149

VIII.4. EL TRABAJO DE LAS MUJERES Y DE
LOS INDIVIDUOS INFANTILES EN LAS MINAS
ROMANAS………….............................................150

VIII.5. LAS MINAS DE SIERRA MORENA
ORIENTAL: UN FOCO DE ATRACCIÓN DE
POBLACIÓN……………………………………..151

VIII.6. EL EJÉRCITO: ¿INGENIEROS Y
MILITARES?..........................................................152

IX. CONCLUSIONES GENERALES……………......155

IX.1. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA…..155

IX.2. LAS TÉCNICAS EXTRACTIVAS MINERAS
Y EL TRATAMINETO METALÚRGICO………156

IX.3. ADMINISTRACIÓN DE LAS MINAS, LOS
MINEROS Y LOS POBLADOS…………………......157

IX.3.1. La etapa republicana…………….......157

IX.3.2. La etapa Alto Imperial………………160

IX.3.3. El Bajo Imperio……………………..162

IX.4. NUEVAS PERSPECTIVAS DE TRABAJO…..162

X. BIBLIOGRAFÍA……………………………….....165

ANEXO 1…………………………………………….181

ANEXO 2…………………………………………….189

Comentario publicado el 28/10/2010 12:52:00