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Los días 5, 6 y 7 de abril tuvo lugar el Salón del Estudiante, una experiencia que la Universidad de Granada lleva desarrollando desde hace más de quince ediciones, y donde se intenta informar y orientar a los alumnos de últimos años de Instituto previo a los estudios superiores.

Este año ha cambiado notablemente el formato, pues se ha desarrollado en el Parque Tecnológico de la Salud, con puestos para cada facultad, donde se explicaba y exponía cuantas preguntas se presentaron. Nuestra facultad cuenta en la actualidad con 14 grados, entre los que se encuentra el de Arqueología, quizás el más reciente de ellos. Se impartieron informaciones generales en grandes grupos y posteriormente, donde se informaba de los mecanismos de accesos e información general. Posteriormente, cada uno de esos días, durante una hora los alumnos recibían información directa sobre cada grado, a partir de sus propios intereses, de modo que cada sala aunaba durante esa hora cuatro grados, en nuestro caso lo presentábamos con los de Antropología, Historia y Geografía y Gestión del Territorio.

Lo importante es que nuestro Grado de Arqueología ha estado presente tanto en el puesto de recepción como en todas las charlas que se han mantenido. Hemos atendido a cerca de 300 alumnos directamente interesados en los grados de Filosofía y Letras, mientras que la asistencia a las charlas específicas eran cada día más numerosas, 16, 26 y 31 personas en cada una de las sesiones. Todo un éxito teniendo en cuenta que una parte importante del alumnado desconoce las opciones de estudio, las asignaturas, o las salidas profesionales. Los intereses de los alumnos acerca del Grado de Arqueología han sido claros, especialmente teniendo en cuenta que están más interesados en alcanzar la formación acerca del conocimiento del pasado y de la naturaleza humana que de lograr una salida profesional directa y fácil.

Son conscientes de la variedad de opciones formativas que da la Arqueología, de su potencial en el desarrollo del "Cultural Heritage" y del alto nivel de satisfacción en el desarrollo profesional de algo tan vocacional como es la práctica de nuestra disciplina.